POR WERNER DARIO FELIZ
Para la década de 1850, Barahona se convirtió en un espacio de atracción para extranjeros. Estos, entre cuatro o cinco con comercios, se identificaban plenamente con su nación y enarbolaban sus respectivas banderas en los frentes de sus establecimientos. Uno de estos comerciantes fue Luis Cambiazo. El comercio de Cambiazo fue longevo, pues todavía en 1887 existía en la población, cuya vivienda poseía condiciones diferenciadas, en las que se hospedaban funcionarios públicos y otras personalidades que llegaban a la ciudad.
En mayo de 1861, las propiedades de Cambiazo fueron víctimas del vandalismo. En la madrugada del 25 de mayo, la cocina de su establecimiento fue incendiada, lo que despertó la alarma en la población. Aunque esta se consumió, no pasó a las propiedades cercanas, pues los habitantes lograron contener el fuego y evitar que se expandiera.
Según expresó Ángel Féliz, comandante de armas, “En nuestro concepto creemos le han dado fuego espresamente tal vez con el fín de que los demás establecimientos que seguidos había tomaran parte del incendio y coger (ó robar mejor dicho) con facilidad todo lo que les pareciera; pero gracias a la divina Providencia, que dicho incendio no pasó de allí, pues todos los habitantes corrieron a evitarlo”.