
Dios nos ha dado a conocer sus deseos ,
nos ha dado la buena nueva de salvación que nos
dice que Jesús vino a este mundo para darnos vida
en abundancia.
Sin embargo, el miedo nos acoge y nos hace
actuar en desobediencia y en negación. Las garras del
pecado nos ciegan y en vez de pedirle a Dios que se ha
ga su voluntad en su pueblo, lo que hacemos es ensor-
decer nuestros oidos con las voces de nuestra propia
voluntad y egoísmo.
Señor nuestro, ayúdanos a entender tus desig
nios. Quita de nosotros toda cobardía o todo acto que
nos sepasre de ti. Haz que al sentir tu perdón, podamos obe
decer cada día más.
Derrama en nosotros tu poder para que nos levan-
temos gallardos frente a las dudas y amenazas de la fe que
día a día enfrentamos en este mundo. Ayúdanos a corregir
nuestras múltiples faltas y a vencer con el bien el mal.
Por cristo Jesús te lo rogamos. Amen.
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