
Por Ramón Dandrade
Dios de luz, en quien no puede avitar oscuridad:
venimos a ti en gozo…pero tambien temblando
porque sabemos que la oscuridad habita en noso-
tros. No podemos esconder nuestra cobardía, nues-
tra superficialidad o los resentimientos que tenemos
contra otras personas.
Te confesamos nuestra capacidad de engañar, nues-
tra voluntariedad y nuestro deseo de evitar ver el
dolor y sufrimiento de los demás.
Maravilloso consejero, cambianos, ilumina lo que ne-
cesite ser revelado. Saca de nosotros ese egoismo
que sin saber nos está maltratando, ayúdanos a enten-
der el verdadero significado de la grandeza, enseñanos
a ser humildes y a aceptar nuestros herrores, arrogancia,
y soberbia.
Saca de nosotros nuestro pecado, como la luz saca la
oscuridad para que podamos vivir reconociendo que todos
somos hijos tuyo, vive en nosotros, para que podamos
vivir para ti.
En el nombre de Cristo, Padre celestial oramos.Amen
COMETARIOS