La responsabilidad es un valor, es una actitud, es una virtud individual y social, que legalmente se reconoce como obligación, tal como dentro del contexto laboral se identifica al que tiene a cargo la dirección.
Entonces las personas responsables, siempre de acuerdo a los principios que describen este rasgo de la personalidad humana, enfrentan las situaciones de manera directa e inmediata generando una respuesta consecuente, que procura su solución generalmente beneficiosa o satisfactoria.
Es necesario recordar esta imprescindible característica a todas las personas que funcionamos y nos desempeñamos en cualquier actividad humana. La urgencia se basa en poner bien claro a todos aquellos que están asumiendo responsabilidades de las que depende el futuro inmediato de la supervivencia de la Republica Dominicana como país libre e independiente.
Juan Pablo Duarte asumió la creación de esta patria como un compromiso, una decisión de actuar para lograr su meta, revisemos su ideario y veremos la insistencia en aquellos aspectos, principios y actitudes que están relacionados a las acciones propias de la responsabilidad patriótica.
En esa misma línea de pensamiento Hostos afirma: «Cumple con todos tus deberes y gozarás de todos tus derechos».
Significando que la base de la responsabilidad moral es que cada persona conozca como se relaciona con aquellos aspectos de la naturaleza con los que interactúa, entonces, como la sociedad es uno de esos aspectos, su adopción o alineamiento con los deberes propios de la sociedad debe descansar en su relación con esta misma.
Por lo tanto las ideas del patricio son consistentes en urgir por la unión de todos los dominicanos. Si no hay lo que se conoce como “unificación de criterios” la genuina aspiración duartiana no puede lograrse. Es una responsabilidad unirse en torno a la idea de una nación, de una patria libre y soberana.
Coherente con el pensamiento de nuestro padre de la patria y del inmenso Hostos, nos dice Don Juan Bosch: ““No es ciudadano el que ignora cuáles son sus deberes y cuales son sus derechos”.
“El hombre no puede cumplir su destino en la sociedad sino convierte sus ideas y sus deseos en hechos, porque sólo los hechos tienen verdadero valor en la vida social”.
De manera que ser verdaderamente responsables de nuestras acciones, de aquellos hechos que concretizamos en cada paso de nuestra obligación social, conlleva un compromiso que debemos satisfacer sin excusas, sin “paños tibios” ni dudas procurando responder con claridad, eficiencia, eficacia y de manera precisa la preservación de nuestra identidad nacional para bienestar de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos.
Cada profesional, cada obrero, cada agricultor, cada empleado publico, cada comerciante, cada empresario, cada religioso, cada ama de casa, cada estudiante y sus maestros, residentes en el extranjero o no, todos los que sentimos orgullo de ser dominicanos, en este 200 aniversario del natalicio de Juan Pablo Duarte, debemos asumir el reto de finalmente cumplir con la parte de la responsabilidad que nos toca para completar la obra que Duarte con la Trinitaria iniciaron en el 1838.
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