En Estados Unidos, aun los niños con determinada condición (discapacitados) reiniciaron sus labores docentes a partir del pasado 2 de enero; otros iniciaron al día siguiente, martes 3. En amplias zonas geográficas esta asistencia se cumplió soportando temperaturas bajo 0◦C.
En República Dominicana, vagancia, francachela, bebentina y boato decretaron feriado escolar de navidad desde la primera quincena de diciembre hasta el 11 de enero; y peor aún, un significativo porcentaje de actores de nuestro teatro educacional esperaron hasta el lunes 16 de enero para hacer su primera aparición del presente año.
¿Es es 4% del Presupuesto Nacional la brújula que necesita nuestro sistema educativo para orientarse?
LA SENSATEZ SABE QUE NO
Se trata de una consigna más de la politiquería de quinto patio que, triste y cotidianamente, recibe la adherencia de voces probadamente autorizadas y, hasta de un honesto y potencial presidente de la República.
El 25% del Presupuesto Nacional asignado a educación, en el presente estado de cosas, perfectamente resolvería salarios y edificaciones; además, atraería aves de paso y oportunistas de todos los cantos y colores. La enfermedad de la educación pública hizo metástasis, se necesitan tratamientos más profundos; algo más que el 4%. Esto lo sabemos todos; pero se trata de enarbolar a los cuatro vientos consignas circunstancialmente politiqueras:
4% para educación …bla …bla …bla!!
Con responsabilidad,
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