CortesÃa: Ecos del Sur
POR TOMAS AQUINO MENDEZ.
El sur profundo, que yo ubico desde Azua hasta Pedernales, incluyendo a San Juan y ElÃas Piña, necesita dejarse sentir. Hace falta que se levanten las voces de quienes representan a esta zona del paÃs.
En nuestros pueblos hacen falta caminos vecinales, escuelas, bibliotecas, redes eléctricas, proyectos habitacionales, acueductos o extensiones de las redes de los existentes, parques de recreación, apoyo financiero a los agricultores y muchas pequeñas cosas que con pocos recursos se convertirÃan en grandes conquistas para los hombres y mujeres de las provincias Azua, San Juan, ElÃas Piña, Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales.
Muchas de estas obras pequeñas pudiesen ser donadas o conseguidas por vÃas oficiales por los senadores y diputados de nuestros pueblos.
Otras requieren de una mayor inversión, que involucrarÃa al Gobierno central. Sin embargo, nuestros senadores y diputados han olvidado esa parte de sus responsabilidades.
Al parecer ignoran que deben sus posiciones a la “generocidad†de esos hombres y mujeres que depositaron un voto a su favor, solo esperando ver resultados beneficiosos en cosas imprescindibles en sus pueblos, no en nimiedades y “bocados de comida†de cuando en vez.
Es por eso que considero necesaria una alianza compacta, permanente y efectiva de nuestros representantes congresionales para lograr las pequeñas y grandes cosas que necesita la región.
Esa actitud indiferente de los representantes legislativos, asà como de ciudadanos que han ocupado posiciones trascendentes en el Estado, en diferentes administraciones, ha profundizado la pobreza en la que ha estado sumida nuestra zona. Creemos que ha llegado el tiempo de cambiar esa realidad.
Llamo a senadores y diputados de Azua, San Juan, ElÃas Piña, Barahona, Pedernales Bahoruco e Independencia, sin importar el color de su partido, a que se constituyan en una gran alianza y comiencen el peregrinaje por las instituciones responsables en busca de las pequeñas y las grandes obras que necesita el sur profundo.
Si logramos esa gran alianza, muy pronto dejaremos de llamar La Cenicienta a la hoy empobrecida región suroeste. Es una alianza necesaria.
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